agosto 23, 2010

Sin sombra no hay luz | Fragmento

En el año 2.006 estuve escribiendo una novela que adelanté mucho y, por una u otra razón abandoné su conclusión. En ese baúl de los viejos recuerdos la encontré y hojeé un rato. Me gustaron muchas partes, entre ellas la que leerán a continuación:

Posada "Luz Caraballo". Tomada en un viaje a la ciudad de Mérida 2.006.
La construcción de la posada en toda su simetría era idéntica desde la entrada hasta las habitaciones. Las escaleras estaban construidas con madera pulida y las ventanas de construcción rectangular. En el tercer piso, en un rincón, había una silla diferente a todas las demás. Se trataba de una mecedora elegante de madera. Sin igual a dudas era la imagen de la silla lo que los hizo reaccionar a ambos; no contrastaba con nada de lo que habían visto anteriormente. Era la disparidad en la uniformidad de la posada, como un retazo de cerámica negra en un piso blanco. Seguro que los ocupantes de la posada que pasarían a diario por el pasillo desviarían su atención hacia ese rincón bañado en sombras, con una silla ausente y solitaria. No había duda. Las cosas que no encajan siempre serán para los ojos una piedra en el zapato. “Esto no queda bien ahí” o “Parece que no pega” o “La verdad es que es muy bonito, pero no va”. Todos los objetos no encajados en un lugar y tiempo determinado terminan por eliminarse. Menos las fotografías. En el tercer piso, en la pared que daba con las escaleras, había una fotografía de un arriero y su mula. Caminaban —o por lo menos esa parecía—, por una calle solitaria, vacía, sin recuerdos (porque los recuerdos solo pueden estar en la memoria del arriero y no en la fotografía). La fotografía, en blanco y negro, rememoraba los viejos tiempos de la Mérida de antaño. Definitivamente la imagen del arriero y el burro, transitando por las callejuelas del pueblo, no modelaba con el decorado familiar de la posada. No producía feeling sobre el montón de cosas artesanales que lo decoraban. Era otra pieza dispar dentro del ambiente. La fotografía del arriero y su burro fueron vistos en primer plano por Linda y Ben al subir las escaleras, pero nunca la miraban al bajar. Quizá por encontrarse en una posición poco visible para quien baja las escaleras, pero lo que en cierto modo llamaba la atención era la silla; la condenada silla que había que mirar hacia atrás cuando se bajaba las escaleras, y que de igual forma se veía sólo con la intención de ver que algo no estaba en su sitio.

La manía es casi un paso hacia la locura.

Nota adicional: La fotografía es real. La posada que describo también. Fue un increíble viaje y quise ambientar la novela en ese viaje familiar.

15 escritos rotos:

Nada más importa dijo...

Me gustó mucho!
La descripción perfectamente nos ambienta en ese lugar. Y que será la silla...

Muchos tenemos retazos de historias que nunca acabamos de contar...

Besos!

Anónimo dijo...

Me gusto mucho!!!
¿Y quien no tiene manias? :-)

Un abrazo

·Êl düêndê (¡n)fêl¡z· dijo...

De nuevo, obligada me veo a aplaudir.
Tienes muchísimo talento.

Te seguiré aquí ^^

deMónicamente dijo...

Ricardo:
Muchas cosas en la vida no están en su sitio, desencajan y parecen desubicadas dentro del decorado.

tal vez, la costumbre de verlas no nos permite sacarlas o en el fondo tememos su ausencia.
por algo será que siguen ahí.
kissessss

ARIADNA dijo...

me encanto¡¡¡

desencajemos, observemos, no permitamos que llegue la costumbre, un abrazo feliz día

TORO SALVAJE dijo...

Una descripción precisa.
Muy bien escrita.

Saludos.

pájaro pequeño dijo...

Yo hace mucho mucho tiempo escribí una cosa rara similar a una novela en la otra computadora.
Obviamente, lo perdí

Nieves LM dijo...

Buenísima la descripción. ¿Le pondrás un final a tu novela?.

Me gusta mucho lo que leo, aunque me cueste (el blanco sobre negro me viene fatal a mi vista cansada :)

Susana Peiró dijo...

Los humanos somos tan interesantes. Cuántas generaciones nos dictan en la memoria el lugar de las cosas!

Buen punto y buen escrito Ricardo!

Saludos!

@anafleita dijo...

Me gusta como escribís!

Opinologa dijo...

me encanta como escribis!

Irene Félix dijo...

Me encanta tu forma de escribir, de expresarte, es increible :)
Me gusta tu blog.
Es muy motivador.
http://sooycomotu.blogspot.com
Gracias por tu visita

te sigo :)

galmar dijo...

tu historia me ha recordado algo sobre la belleza que leí o escuché hace tiempo, y por eso mismo no recuerdo bien, pero con la idea que me quedé es que la imperfección en algo bello aún hace más hermoso lo que lo es, bello; y ahora, con tu escrito, me quedo también pensando en que hay que valorar las cosas, las situaciones, el tiempo, el espacio, a las personas... en su conjunto, lo que es, lo que no es, la sombra y la luz. La sombra tiene un peso específico en la historia de cada uno, y puede dar valor propio al conjunto y a la luz :)
...me he hecho un pequeño lío jeje ...se nota? :)) muchas gracias por tu comentario :))) biquiñossss

Gabrielle dijo...

Eres detalle, detalle puro, me ha encantado esta entrada.

Me ha encantado esto: La manía es casi un paso hacia la locura.

Tienes toda la razón!

Quiero felicitarte por la foto, es maravillosa, de verdad: clap!

L a L i T a dijo...

Interesante descripcion!, da mucho q ver a la imaginación :)...
y con respecto a las manías, creo q son lindas (yo tambien tengo esa, entre otras X)... son un "acento" de lo q te hace diferente al resto...algo para saber apreciar...
un paso hacia la locura?...pues algunas veces es mas bien un paso hacia la "santidad"...;)

 
 

El Bosque

Mi primera novela El Bosque (2.001), en pequeñas entregas semanales. Podrás descargarlas de forma gratuita en formato PDF, muy pronto.

Libros recomendados

  • Adolfo Bioy Casares - La invensión de Morel
  • Edgar Allan Poe - Narraciones extraordinarias
  • Javier Marías - Mañana en la batalla piensa en mí
  • José Saramago - Ensayo sobre la lucidez
  • Mempo Giardinelli - Imposible equilibrio
  • Orhan Pamuk - Nieve
  • Ray Bradbury - Fahrenheit 451
  • Stephen King - Un saco de huesos
  • William Faulkner - El sonido y la furia

Escena Final

Escena Final narra la historia de dos amigos que deciden realizar películas de terror y compartir un sueño, asustar a todos con especies de espectáculos reales, pero las cosas se tornarán difíciles cuando empiecen a jugarse la vida en la última escena.

Sobrevivientes pronto en PDF

Sobrevivientes, mi nueva novela, podrán disfrutarla en formato .pdf en unas semanas. La versión digital ofrecerá un par de capítulos distintos al original que guardo en mi gaveta y espero llevar a una editorial muy pronto. La novela narra la historia de un grupo de personas que deciden escapar de una ciudad infectada por un extraño virus que afecta, principalmente, el agua.